Debemos agradecer el
empeño del Obispo D. Tomás Belesta y Cambeses por recuperar la
piedra y los objetos artísticos (retablos e imágenes) del antiguo
Templo, cuando se proyectó la construcción del que ahora podemos
admirar y gozar en Peleagonzalo; y también, al arquítecto D. Pedro
Vidal, por su sensibilidad y gusto artístico que posibilitó que se
pudieran llevar a cabo los anhelos del Sr. Obispo.
Así se construyó este Templo
que consta de una nave con ábside (cabecera del Templo formado por
el Presbíterio y el Altar Mayor) semihexagonal y torre a los pies o
hastial donde se encuentra la entrada o puerta principal de
sencillo arco muy liviano. En la fachada meridional se encuentra la
portada de las procesiones y difuntos que fue literalmente
transportada desde el antiguo Templo y cuya finura y delicadeza son
muy apreciables. Su arco de medio punto esta guarnecido por un friso
y dos columnas suspendidas a la altura de las molduras impostas.
Remata en hornacina y flameros, adornando las enjutas con típicos
medallones de sabor clásico y las inscripciones de “Paris y Helena”.
La fina labra del conjunto y las hojas de acanto y volutas de los
capiteles, a pesar de su gran deterioro dan una composición muy
acabada de estilo Renacentista.
Todo el conjunto tiene gran empaque por
sus gruesos sillares; en el hastial, cabecera, esquinas y partes más
nobles están más pulidos; el resto está menos cuidado y menos
trabajada la piedra, y los entrepaños son de simple mamposteria. Todo ello esta cubierto por un techo de madera en forma
de armadura de par e hilera asegurada por pendolones y tornapuntas
unidos por correas de rollizos sobre tirantes.
En la manida cuestión de los estilos
artísticos nunca se puede dar una solución que satisfaga a todos,
incluso sería poco fiable si complaciera a los más “puristas”; más
aún si se trata de un monumento construido en una época tan poco
definida y ecléctica como los primeros años del siglo XX. Pero nos
arriesgaremos y afirmaremos que se trata de un Templo de estilo
Neorrenacentista.
Retablos, escultura y
pintura
RETABLO MAYOR o de S.
MIGUEL ARCÁNGEL
Típico retablo Renacentista de fines del
siglo XVI de autor anónimo, pero que guarda relación con el de
Casaseca de las Chanas. La pintura y el ornato son típicos del
Renacimiento Español.
Zócalo del Sagrario con
pintura de Santiago el Mayor a la izquierda y S. Miguel Arcángel a
la derecha. Todo el Sagrario está interiormente decorado con pintura
y su puerta tiene en relieve la Resurrección de Cristo. Todo el
Retablo es de madera, en parte dorada. Es de apreciable calidad y
magnitud artística y monumental. El traslado lo averió bastante y
el templete del Sagrado Corazón de Jesús estropeó bastante el
Sagrario y el Expositor. La forma actual de ángulos obtusos se debe
a los cortes que se le hicieron para adaptarlo a la pared.
Consta de un zócalo o
predela con los cuatro Evangelistas o Tetramorfos. Dos cuerpos
superpuestos y separados por ménsula con hermosa cenefa e
intercolumnios con los cuatro Grandes Padres de la Iglesia: S.
Agustín, S. Gregorio Magno, S. Jerónimo y S. Ambrosio. Los
pedestales de las columnas representan en bajorrelieves a Profetas y
Personajes del Antiguo Testamento las del primer cuerpo y Santos y
Mártires las del segundo. Corona el Retablo como tercer cuerpo un
Calvario coronado por un frontispicio con la Concha del Agua de la
Vida Eterna.
Los cuerpos se dividen en cinco calles ordenados por seis
columnas que guardan el orden clásico: Dórico, Jónico y
Corintio; salvo las corintias, son de madera dorada y fuste
estriado oblicuamente, salvo el tercio inferior que es
fajado con arabescos de follaje.
1º. CUERPO: S Antonio Abad; Relieve de la Circuncisión;
Tabernáculo o Sagrario y Manifestador o Expositor, éste con
algunos detalles ya Barrocos; Relieve de Jesús con los
Doctores; S. Roque. Como es normal la calle central es más
amplia que las otras cuatro laterales.
2º. CUERPO: S. Pedro
Apóstol; Relieve de la Aparición del Arcángel S. Miguel a un Pastor
para proteger a una res descarriada en la montaña del Gargano (Norte
de Italia); en el centro del Retablo está la joya del Templo, la
dorada imagen de S. Miguel Arcángel; Relieve Procesional del Papa
S. Gregorio Magno, para suplicar el fin de una peste, en el momento
de la aparición sobre la Mole Adriana (hoy Castillo de Santangelo)
de S. Miguel Arcángel; S. Pablo Apóstol.
PEDESTALES: Las Catorce Virtudes (Siete
Espirituales y Siete Corporales)
3º. CUERPO: El remate
termina con línea curva en su parte superior semialabeada y sólo
tiene dos columnas de orden corintio, estriadas en todo su fuste y
que flanquean un Calvario típicamente Renacentista. En los extremos
superiores se hallan colocadas Sta. Catalina de Alejandría y Sta.
Lucia.
Fuera del Retablo se
encuentran S. Gregorio Nacianceno y S. Benito de Nursia. Ambos de
gran importancia histórica y religiosa para la Parroquia, el
emplazamiento del Pueblo actual se llama Teso de S. Benito y la
referencia a su Ermita (desaparecida) y Caño son inmemoriales, y en
honor de S. Gregorio se celebra Rogativa y Romería.
El conjunto de las Tallas
son algo posteriores al Retablo en si, y son ya Manieristas y
algunas Barrocas.
Los ensambladores y autores
de la imaginería pertenecen al círculo zamorano que realizó el
Retablo Mayor de Sta. Sofía de Toro (Gaspar de Acosta y Pedro
Silva).
RETABLO DE NTRA. SRA. DEL
ROSARIO
Retablo de fines del siglo XVI de Juan
de Montejo influido por Juan de Juni, por tanto debe situarse entre
Manierista y Protobarroco. Su magnífico estofado y dorado está muy
deteriorado (por los años pasados a la intemperie en el antiguo
Templo). Lo forman cuatro columnas corintias, con el tercio inferior
estriado en espiral, a los lados dos calles con sendas imágenes (en
la de la derecha Sto. Domingo de Guzmán y S. Antonio de Padua; y en
la izquierda S. Francisco de Asis con los Estigmas de la Pasión y
Sto. Tomás de Aquino). En el centro rodeado y adornado por aureola
de nubes, ráfagas y cabezas de serafines está ubicada la imagen
titular de bastidor con el Niño Jesús en brazos y vestida con amplia
capa, rostrillo y corona, la peana con niños en forma de atlantes,
un magnífico relieve de S. Juan Bautista de frente, y a los lados S.
Pedro y S. Pablo.
En la predela o banco se encuentra el
logradísimo relieve de la Imposición de la Casulla por la Virgen a
S. Ildefonso de Toledo que está acompañada por sus santas
favoritas: Sta. Lucia, Sta. Catalina de Alejandría y Sta. Ana. Dos
relieves de excelente factura, a los dos lados, con los Evangelistas
S. Juan y S. Mateo, completan la predela.
El ático de triple y jerárquico
encasamiento flanqueado por dos imágenes de bulto redondo (en la
derecha el Rey David; en la izquierda Moisés). Dos tableros con los
relieves de los Evangelistas S. Lucas y S. Marcos enmarcan el
relieve central del ático con el Nacimiento de la Virgen María y
todo su acompañamiento
El conjunto denota categoría y altura
artística dentro del Primer Barroco español. Su parecido e
influencia lo emparenta con el Retablo de la Capilla de S. Bernardo
de la Catedral Zamorana.
RETABLOS MENORES
En conjunto pertenecen a obras de
principios del siglo XVIII, por tanto, hay que situarlos artística
e históricamente en el Barroco final u Ornamental, y también en el
Rococó. Son de técnica y categoría muy desigual y tendiendo a la
mediocridad artística. También hay que referir en este grupo dos
Retablos Neogóticos y la última incorporación de un Retablo
Neorrenacentista para el Sagrado Corazón de Jesús.
-Retablo del Cristo de la Oliva, con
estípites y columnas salomónicas ya Rococó. La talla del Bendito
Cristo de la Oliva es Barroca del siglo XVII. Imagen de S. Isidro
Labrador.
-Retablo-hornacina de la Inmaculada,
aletas y remate en estilo Barroco.
-Retablo-hornacina de San Antonio de
Padua, ya de tono Rococó.
-Retablo-hornacina de la Virgen del
Carmen, con lienzo de la Virgen y las Ánimas del Purgatorio,
imagen de la Virgen del Carmen, pulseras y adornos de sabor Rococó.
Acompañan a la Virgen una Talla del Divino Niño de la Bola y una
Imagen del Divino Niño de la Cruz.
-Retablo de la Virgen de Fátima, con Sta.
Agueda y Sta. Rita de Casia, Neogótico (siglo XX).
-Retablo-hornacina de S. José, Neogótico
(siglo XX).
-Retablo del Sagrado Corazón de Jesús,
Neorrenacentista (siglo XXI).
-Baptisterio con Pila Bautismal de
buenas proporciones y piedra de buena calidad y bien labrada; la
Pila de Agua Bendita, es también de reseñable calidad y buenas
proporciones.
Finalizaremos este catálogo con la
descripción de una de las joyas del Templo de Peleagonzalo, la
Cajonería de su Sacristía. Obra de madera de nogal de fines del
siglo XVI de estilo Renacentista. Los frontales de los cajones
están adornados de cerrajes de hierro en formas de cadenetas,
escudos y tiradores. Posee un Retablillo compartimentado por
columnitas y con ornato de molduraje en variado diseño, lo remata un
frontón roto y aletas con rameado. En el centro una hornacina
contiene un Calvario con las tallas de la Virgen y S. Juan en madera
de nogal y muy Barrocas. Todo está coronado por una talla de S.
Miguel Arcángel de primorosa técnica Renacentista.
En el año 2.002 fue restaurada por el
“Taller Escuela de Carpinteria” del Ministerio de Trabajo, que
realizo un Curso en Peleagonzalo. El material empleado fue aportado
por el Ayuntamiento de Peleagonzalo.
* En esta
segunda parte del trabajo sobre el Templo Parroquial de
Peleagonzalo, conmemorando su Centenario, nos centraremos en
su descripción monumental e histórico-artística. Para las
personas interesadas en el significado, función y finalidad
del arte sacro, les remito a mi trabajo en el número 1º de
la Revista ProCulTo, pp.13-14; y, para el significado,
función y finalidad del templo en el Cristianismo, les
remito al número 2º de la Revista ProCulTo, pp.22-24.